Colocamos (con la ayuda de todos los grupos) un ALTAR OTOMÍ.
Su significado es el siguiente:
El altar se pone en un cuarto cerrado. Un día antes se barre con una
escoba hecha con pirul, romero, hierbas de olor aromáticas, amarradas
con un listón rojo.
El altar se pone con 7 escalones forrados con tela
negra, los 7 escalones representan los 7 pecados capitales, que son:
avaricia, lujuria, ira, gula, orgullo, envidia y la pereza. La tela
negra representa el luto.
En un espacio antes de donde se inicia el
altar se pone un camino de arena alumbrado con veladoras, por ahí va a
pasar el muerto(a), en medio de este camino se ponen 4 veladoras
dirigidas a los cuatro puntos cardinales, al pie del altar se pone un
espejo y un vaso con agua, el espejo es para que al verse el muerto
purifique su alma, y el vaso con agua bendita es para calmar su sed por
el largo camino que ha recorrido.
En el primer escalón se pone el santo o
virgen de la devoción del muerto, el segundo es para el alma del
purgatorio; en el tercer escalón se pone sal, esto es para los niños del
limbo. En el cuarto escalón se pone el pan de muerto y vino hecho por
los parientes, ya que es una consagración; en el quinto escalón se pone
la comida preferida del muerto; en el sexto escalón se pone la
fotografía del muerto. En el séptimo escalón se pone un rosario hecho
con lima, todos los rosarios que se deberán hacer rezando todo el año,
por un lado del altar se pone una olla de barro con hierbas aromáticas a
hervir con tomillo, mejorana, laurel, romero, manzanilla, y hierba
buena, y se tapa con una penca de nopal, dejando salir el agua por unos
orificios a la penca, todo esto se pone en un anafre por el mismo
extremo del altar, se pone una mesa, con 4 sillas donde se sentaran
parientes del muerto; a los cuatro lugares se sirve de la comida, ya que
un lugar y un plato se deja para el muerto. El altar se adorna con
flores de Cempaxuchitl, siempre viva, garras de León, también se adorna
el altar con alferniques de azúcar, papel picado y veladoras.
Después hicimos nuestros tradicionales concursos.
El Primero fue de calaveras vestidas. La premiación la patrocinó la maestra de inglés, Carolina.
Aquí ganó quien sí atendió a las bases del concurso. Lamentamos a quien llevó una calaverita muy bien vestida pero que no fue hecha en casa.
También tuvimos el concurso de nuestras catrinas y catrines.
Difícil la elección. Pero por fortuna nuestro jurado, acatando las bases logró determinar a los ganadores.
Cabe mencionar que no faltaron las calaveritas literarias.
Los textos de gracia y humor también fueron expuestos.